Hace un tiempo, me propuse llevar un sencillo diario de gratitud por un año. Todos los días, documentaría una muy breve frase en la aplicación de notas de mi teléfono, expresando agradecimiento por algún evento de mi jornada. Logré cumplir mi propósito ininterrumpidamente, documentando gratitud por 365 días consecutivos. Esto fue lo que aprendí acerca de este potente valor.

1. LA GRATITUD… Es un valor de naturaleza humana. Todos contamos con la virtud de la gratitud. Está en nuestro ADN, la llevamos adentro. Simplemente a veces está allí esperando a que la despertemos y la pongamos en práctica, potenciando su poder motivacional. Un diario es una herramienta para despertar en ti la gratitud.
2. LA GRATITUD… Mantiene nuestras emociones frescas y nos hace más felices. Siendo agradecidos, estamos constantemente reconociendo las bondades y cosas buenas que hay a nuestro alrededor. Esto genera sentimientos favorables, lo cual nos hace estar en contacto con nuestras emociones. Una persona emocionalmente conectada es una persona más feliz.
3. LA GRATITUD… Se puede convertir en un hábito. Estar en búsqueda de todo lo que podemos agradecer, y particularmente escribirlo, ejercita nuestra gratitud. La fortalece, así como un músculo. Y esa búsqueda constante, genera en ti un hábito de agradecer inconscientemente por todo lo que tienes a tu alrededor.
4. LA GRATITUD… Ayuda a comprender que todo pasa por algo. La gratitud nos ayuda a encontrar oportunidad en todo tipo de situación, particularmente aquellas que parecieran ser desfavorables. Oportunidad para traducirlas en desafío, crecimiento o transformación. Es así como comprendes que todo pasa por algo.
5. LA GRATITUD…. Es una fuente de felicidad para el mundo. Una persona agradecida, es una persona más feliz. Y quien es feliz, contagia felicidad a quienes le rodean. Así que, llevando un diario de gratitud y siendo agradecidos, ¡todos podemos contagiar felicidad al mundo!