Vivir, como si todo es un milagro

Hace unos días tuve la oportunidad de ver el filme Milagros del Cielo (Miracles from Heaven, en inglés), una inspiradora película basada en una historia de la vida real. Trata de una niña, Anna, con una enfermedad terminal, la cual desvanece milagrosamente tras una fuerte caída de cabeza de un alto árbol, de la cual, además, resultó sin ninguna lesión grave. Tras su rápida e inexplicable cura, la pequeña revela su visita al cielo y su encuentro con Dios.

Más que recomendar o resumir la película, quiero reflexionar sobre un discurso que la mamá de Anna comparte al final de la película en el cual hace referencia a una frase del genio Albert Einstein: “Hay dos formas de ver la vida; una es como que si nada es un milagro, y la otra, como si todo lo es”. Así lo explica la madre al referirse no solo a la recuperación de su hija sin una explicación médica, sino también a las pequeñas acciones de mucha que gente que, conscientemente o sin darse cuenta, fueron un importante apoyo durante los momentos de tensión, tristeza y preocupación de su familia.

El dicho de Einstein es un sencillo pero profundo recordatorio de que todos tenemos la elección de cómo ver los eventos o cualquier situación en nuestra vida. Tanto lo favorable, como aquello desafiante o incluso, de dolor. Es nuestra volición, la potente virtud de poder elegir. Hasta las cosas más pequeñas, pueden tener una dosis de milagro. Viéndolo así, es que no tomas nada por garantizado, y lo agradeces. Y cuando agradeces todo lo que tienes a tu alrededor, te vuelves más vulnerable, consciente y positivamente sensible a la vida, lo cual se traduce en felicidad. Además, esta vulnerabilidad, ante el regalo de la vida, es positivamente contagiosa. ¡Y es así como contagias felicidad!

Reconoce y agradece las pequeñas acciones de un ser querido o un extraño que alegró tu día, o que, sin darse cuenta, resolvió uno de tus peores problemas. Reconoce y agradece cuando vives los “momentos perfectos”, aunque se trate de unos pocos segundos que vives algo profundo con tu familia, tus amigos, o incluso, en tu soledad mientras conectas con tus sentimientos. La vida está cargada de momentos perfectos. Simplemente es de reconocerlos, y volviendo al punto, verlos como un milagro, como un regalo, como algo que no requiere ninguna explicación.

Reconoce que en la vida no hay casualidades, y que cuando se presentan los problemas, es para hacerte más fuerte y trascendente. Cuando se presenta el dolor o la pérdida, es para darte la oportunidad de la nostalgia y sentir en lo más profundo, el verdadero amor. Para recordarte que eres humano, que todo es finito, y eso mismo es lo que hace grande la vida. Los momentos desafiantes son parte de la ruta de la felicidad, siendo la felicidad, precisamente un camino, no un destino.

Cuando experimentes una tremenda serendipia, no la ignores. Llámale fuerza del destino, magia, energía de la vida, casualidad, sincronicidad, Diosidad o simplemente llámale milagro. Lo importante es que no busques explicaciones racionales a todo, y acepta y recibe lo que la vida trae, marchando siempre firmemente hacia adelante y encontrando en ello una oportunidad, un sentido, un propósito. Viendo todo como un milagro, apreciaras las bellezas mas grandes de la vida, como la naturaleza, la bondad de la gente, el crecimiento personal, el amor, los sentimientos, o incluso, el desafío, la tristeza o la nostalgia.

Esta es mi interpretación de la reflexión que nos dejó Einstein, y una inspiración desatada por la conmovedora historia de la familia de Anna. Si eliges ver todo como un milagro, verás la vida a través de unos lentes de colores vivos, de gratitud y de felicidad.

Escrito por

Director de negocios, autor y profesor. Esposo, padre de familia, y explorador de gratitud.

6 comentarios sobre “Vivir, como si todo es un milagro

    1. Acabo de ver la película y vine a Google , buscando ese discurso final de la mamá de Anna, y quede maravillada y totalmente complacida con tu explicación, Si hay milagros y a veces Dios usa a las personas menos indicadas para ser parte de nuestros milagros y a veces somos nosotros quienes ayudamos en los milagros de los demás.

  1. Muy acertado, Lupo. Aunque en la sociedad occidental recibimos una educación en la que muchas veces se tergiversa el verdadero significado de la felicidad. Y cuesta mucho desaprender… Imagino que conoces el libro del algoritmo de la felicidad, escrito por un ex de Google. Merece la pena leerlo… https://youtu.be/jKZF1f8QneY Un abrazo

  2. Excelente reflexión Lupo, de hecho hace poco vi la película en familia y fue maravillosa! Espectacular la manera de mostrar que dentro de toda adversidad el mundo esto lleno de bendiciones, te recomiendo también la película “La Vida es un Rodeo” o “Walk. Ride. Rodeo” la cual tiene un mensaje muy parecido! Gracias por compartir

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s