Las pequeñas cosas de la vida son la clave de la plenitud

Hoy es mi cumpleaños. Me despertaron mis hijos entonando el himno acostumbrado, llevándome una rodaja de un delicioso pastel de banano con una pequeña vela. Durante el desayuno, mi celular vibraba, avisándome que hay alguien allí, del otro lado de la conexión virtual, que está pensando en mi. Es muy fácil que a uno se le olvide este especial gesto individual de cada familiar, amigo o colega de trabajo, particularmente cuando no pasa un minuto sin que se sigan acumulando esos mensajes de Facebook y Whatsapp que muy probablemente tendrás que responder uno por uno. Sin embargo, cada una de esas pequeñas pero especiales acciones, no solo debemos agradecerla, sino en particular, sentirla y disfrutarla. Cada mensajito, llamada o felicitación verbal, son pequeñas conexiones, que, sumadas todas, hacen una gran diferencia en nuestro día. Si no te das cuenta de ello, estas dejando de cosechar un delicioso fruto de la vida. Cada contacto nos recuerda que tenemos a gente que nos quiere, nos aprecia y piensa en nosotros. Esto es una bendición, que no todos en la tierra gozan de ella.

Fue así como decidí buscar una pequeña dosis de inspiración en el día de mi cumpleaños. Siendo fan de las conferencias TED, y sabiendo que siempre hay una de estas charlas para cualquier tema, fui a YouTube e ingresé TEDx birthday (TEDx cumpleaños) en el buscador para ver qué me salía. Inmediatamente hice click en el primer resultado de la búsqueda, una charla de 5 minutos por Emile Waldot, un estudiante de secundaria, que a pesar de su juventud, en su mensaje ya muestra un nivel de madurez admirable. Emile nos comparte una reflexión acerca de las pequeñas cosas de la vida, incluyendo, la celebración de nuestro cumpleaños. Nos hace la pregunta para reflexión: ¿Qué piensas que pasaría si eliminas la celebración de tu cumpleaños, para que nadie te comparta buenos deseos? Es tentador pensar que posiblemente nada, ya que se trata de una pequeño momento en tu vida, y dejar de celebrar, tendría apenas un efecto marginal, de ser que alguno . Es fácil perder de vista la película completa y no ver que cada pequeño mensaje recibido, con un espíritu de celebración, suma y cuenta.

Emile nos comenta que en la vida, cuando nos obsesionamos solo con las “cosas grandes”, es cuando olvidamos la importancia de todo lo pequeño. Y cuando olvidamos lo que esas pequeñas cosas de la vida representan, es cuando ya hemos perdido contacto con nosotros mismos y nuestro interior. Se ha erosionado nuestra espiritualidad. ¿Qué quiere decir una “cosa pequeña”? Realmente significa algo muy diferente para cada uno, pero puede ser desde recibir un amable saludo de buenos días hasta el vehículo que te dió paso en el tráfico en tu trayecto al trabajo. Cada pequeña situación o suceso de la vida puede ser que pase desapercibido. Pero cuando sumas todas las pequeñas cosas de la vida, es cuando estas tienen una fuerza mucho más potente que cualquier gran hito por sí solo.

Cuando tu le deseas feliz cumpleaños a alguien, por tan simple o profundo que lo hagas, estás haciendo su día un poco mejor. Le estás regalando un pequeño efecto multiplicador, que junto con otros, estás haciendo una gran diferencia en su día.

Nunca dejes de felicitar al cumpleañero. Si puedes llámale, pero en todo caso un sencillo mensajito será muy bien recibido. Toma esos pocos segundos de tu día y súmate al movimiento. Nunca pierdas el contacto. No asumas que entre tantos mensajes la ausencia de tu nota pasará desapercibida. Nunca olvides a tus viejos amigos. No olvides que tu sencillo gesto es parte vital de una gran misión colectiva. Tus pequeñas acciones hacen la diferencia.

Gracias a todos los que me llamaron o me escribieron en mi día. Lo hicieron aún más especial, y me han regalado una dosis de felicidad.

Imágen: Pixabay/josephredfield

Escrito por

Director de negocios, autor y profesor. Esposo, padre de familia, y explorador de gratitud.