No es la primera vez que una resolución de año nuevo termina en una travesía personal de 365 días. Así lo fue con un diario de gratitud en el cual documenté un agradecimiento diario en la aplicación de notas de mi teléfono. Unos años después, llevé un registro diario de videoclips de 1 segundo de algún evento de mi día, grabados en un app llamado «1 Second Everyday» o 1SE. Mi más reciente aventura consistió en ver una «TED Talk» todos los días por un año. Es decir, vi una charla diferente por 365 días consecutivos. No fallé un sólo día. Para ser más preciso, fueron alrededor de 4,500 minutos de inspiración gratuita en línea. Puedes acceder al listado completo de las charlas que vi en este playlist de YouTube.
Una «TED Talk» es una presentación en el cual un orador comparte una idea en menos de 18 minutos, en un formato conciso, inspiracional y con puntos claros. Algunas charlas pueden durar tan poco como 3 minutos, pero en promedio duran entre 12 y 14 minutos. Típicamente estas presentaciones se desarrollan en un evento organizado donde varios speakers presentan secuencialmente sus ideas. Estas son grabadas y posteriormente se ponen disponibles al mundo mediante TED.com o el canal oficial de TED de YouTube.
Según Carmine Gallo en su libro «Hable como en TED», ¡un millón de personas ven TED Talks en línea cada día! En otras palabras, estas charlas son tremendamente populares. El éxito de estas exposiciones se basa en su corta duración y un enfoque simple en ideas que pueden tener impacto a gran escala.
Cuando una presentación se estructura y se expone de forma eficaz, sus ideas pueden cambiar al mundo
Carmine gallo
Hoy quiero compartir contigo 10 cosas que aprendí viendo una nueva charla TED por 365 días consecutivos. Mis reflexiones se basan en aquellas características en común que observé en las presentaciones que despertaron mi mente y tocaron mi corazón, es decir, que me inspiraron. Espero que estos aprendizajes te sirvan de referencia para mejorar tus exposiciones en el ámbito profesional o personal, o simplemente tener insumos para poder dominar mejor «el arte de contar buenas historias» y conectar con tu audiencia. Tu exposición no debe de ser necesariamente en menos de 18 minutos, pero si aplicas estos puntos, te aseguro que potenciaras la atractividad e impacto de tu mensaje.
- El título sí importa. Es como la cubierta o el empaque de tu exposición.
- La mejor inspiración nace de la resiliencia ante el desafío y la adversidad.
- No es tu historia en sí la que inspira, es cómo la enmarcas. ¿Eres héroe o eres víctima?
- El arte de contar historias puede ser estropeado con detalles irrelevantes.
- Una presentación muy larga puede neutralizar el efecto inspirador de un buen contenido.
- Sin embargo, una charla muy corta sin un mensaje concreto es frustrante.
- La síntesis hace magia. El exceso es asesino de la atención.
- Como regla de dedo, los mensajes simples son más efectivos que los adornados y complejos.
- El punto de inflexión para inspirar está en conectar emocionalmente con tu audiencia.
- Toda buena charla necesita un sólido y firme aterrizaje.
En conclusión, la próxima vez que prepares una exposición recuerda que «menos es más» y que con una historia bien enmarcada la simplicidad en tu mensaje puede ser la sofisticación más suprema para impactar.