Líder que no inspira no es líder. ¡Pero todos los somos!
Jim Rohn, dijo:
“Tu nivel de éxito rara vez superará tu nivel de desarrollo personal”.
Lo que este influyente empresario y speaker motivacional nos dice es que, si tú quieres ser exitoso, tienes que estar dispuesto a invertir tiempo, dedicación y pasión en tu desarrollo como persona. Pero ¿qué quiere decir éxito? El éxito es algo muy relativo, depende de cada persona y de un set de valores, es decir, cómo cada uno ve la vida, lo cual se puede resumir con tres cuestionamientos:
¿Qué es importante para ti?
¿Cuáles son los indicadores con los cuales definirás si estás satisfecho?
¿Cómo persigues eso que para ti es importante?
Responde las tres preguntas anteriores, y tendrás materia prima para articular tus valores y calibrar tus expectativas de lo que quiere decir para ti vivir una vida exitosa. Ahora, el que tu tengas un set de valores diferentes a otra persona, no quiere decir que seas mejor o peor persona, sino simplemente valoras la vida de una forma distinta. Tus expectativas son diferentes. Precisamente así se define “éxito” en Wikipedia: “El éxito es el estado en que se cumplen un rango definido de expectativas.” Entonces, ¿cuáles son tus expectativas ante la vida?
Para mí el éxito es llevar una vida balanceada, rodeado de personas con las cuales nos tenemos un amor o afecto mutuo, por ejemplo, mi familia y amigos. También lo es poder estar en un contexto en donde yo pueda aportar y hacer una diferencia, y en el camino, aprender y crecer constantemente; crecimiento en sentido personal, profesional, y espiritual. Estas son mis propias expectativas. Pero para ti, ¿qué es el éxito? La respuesta está en tus valores, los cuales, a su vez, moldean tu estilo de liderazgo.
Cuando hablo de “liderazgo” me refiero al liderazgo personal, es decir, viéndolo más allá del contexto limitado a lo profesional o de trabajo. En este sentido, ¡todos llevamos adentro un componente de líder! Simplemente cada uno de nosotros lo manifiesta de forma diferente en diversos contextos. Por ejemplo, tu puedes ser líder en el trabajo, en casa, en la comunidad, en la iglesia o en un equipo de futbol. Puedes serlo en uno, varios o todos los contextos. De nuevo, ¡todos somos líderes! Por esta razón cuando hablo de desarrollo personal y su relación directamente proporcional con el éxito (en línea con Jim Rohn), mi propia definición de liderazgo es la siguiente:
“Un líder, es una persona que genera un impacto positivo en otras personas a través de la inspiración, y en el camino, su felicidad y la de aquellos que le rodean se multiplica.”
¿Habías visto una definición de líder con la palabra “felicidad” de por medio? Recuerda que Aristóteles argumentó que la felicidad es el objetivo más grande de la existencia humana, por lo cual mi definición quizá no está tan fuera de lugar. La clave está en la inspiración y en el crecimiento, porque un líder que no inspira no es líder, y si tú quieres inspirar a los demás, debes comenzar por inspirarte a ti mismo. Pero ¿qué es lo que prende esa chispa de inspiración en ti?
Tu interpretación ante todo lo que te sucede en la vida y cómo lo relatas es lo que construye tus historias. En ellas, solo tienes dos opciones, ¿eres héroe o eres víctima? Tú eliges. Abordando los desafíos y la adversidad con los valores correctos es como los humanos experimentamos desarrollo personal, y dicho desarrollo, es el que nos inspira a nosotros mismos y a los demás. Cuando enmarcas tus historias creativamente y con una mentalidad de crecimiento generas las fricciones que prenden chispa a tu inspiración y fuego a tu pasión para ser un impacto positivo.
¿Quieres ser un líder exitoso? Inspira a quienes te rodean enmarcando tus historias con una actitud de héroe, porque todos lo somos. Simplemente debes elegirlo. Serás más feliz y contagiarás felicidad.